En Laboratorio Oftálmico Andaluz sabemos que la miopía infantil es uno de los desafíos más importantes de la optometría actual. Su detección temprana y un adecuado control son fundamentales para proteger la visión de los niños y mejorar su calidad de vida futura.
La miopía es un defecto refractivo en el que las imágenes se enfocan delante de la retina, provocando visión borrosa de lejos. En los niños, suele aparecer entre los 6 y 12 años y puede aumentar rápidamente durante el crecimiento.
Diversos estudios señalan que la miopía infantil está creciendo de forma acelerada a nivel mundial. Los factores más asociados son:
Mayor uso de pantallas (móviles, tablets, ordenadores).
Menor tiempo al aire libre y exposición a la luz natural.
Factores genéticos: hijos de padres miopes tienen más riesgo.
Una miopía infantil sin seguimiento puede progresar y convertirse en miopía magna o alta miopía, lo que aumenta el riesgo de:
Desprendimiento de retina.
Glaucoma.
Catarata precoz.
Degeneración macular miópica.
El papel del óptico-optometrista es clave en la detección precoz y el asesoramiento a las familias. Entre las opciones de control más reconocidas:
Lentes oftálmicas específicas para control de miopía (defocus o diseños especiales).
Lentes de contacto blandas o rígidas diseñadas para frenar la progresión (ortho-k, multifocales).
Recomendaciones de estilo de vida:
Al menos 2 horas al día al aire libre.
Reducir el tiempo frente a pantallas.
Pausas visuales frecuentes en tareas de cerca (regla 20-20-20).
En nuestro laboratorio trabajamos junto a los profesionales de la visión ofreciendo:
Lentes avanzadas para control de miopía infantil.
Asesoramiento técnico en selección de la solución más adecuada para cada niño.
Soporte formativo para ayudar al óptico a comunicar a las familias la importancia del control de la miopía.
Ya sea por causas genéticas o ambientales, los profesionales de la visión no dejamos de ver cada vez más casos de miopía desde la infancia, y eso nos preocupa. Cuando las personas miopes llegan a tener graduaciones altas, como a partir de -6.00D, tienen un mayor riesgo de desarrollar patologías oculares graves. Darles a tus hijos unas lentes que les ayuden a ver mejor ya no es suficiente: necesitamos implicarnos directamente en el cuidado de su salud ocular.
Pese a que la miopía no se pueda revertir, sí se puede gestionar. La edad juega un papel crucial en el control de la progresión de la miopía, ya que cuanto antes se inicie el tratamiento, más probabilidades habrá de limitar su avance. En LOA hemos desarrollado MioChild para ayudarte a cuidar la miopía de tus hijos.
Funciona a través de un desenfoque periférico que ayuda a reducir el crecimiento de la longitud axial del ojo con el que la miopía está relacionada. Los niños a partir de 6 años deben utilizar esta lente durante todo el día para que el tratamiento sea efectivo.
La miopía es un error refractivo relacionado con una longitud axial excesiva del ojo. Para controlar su crecimiento, MioChild introduce un desenfoque miópico con potencia positiva en la periferia de la retina. De esta manera consigue que el niño vea correctamente en todas las distancias y, al mismo tiempo, evita que la imagen salga del plano retinal por su periferia. Esto sucede con las lentes monofocales tradicionales, y se cree que contribuye al crecimiento de la miopía con el paso de los años en los niños.
Los ensayos clínicos con esta lente han dado excelentes resultados. Durante el año en el que los niños participaron del estudio que trataba de probar la eficacia de MioChild, se descubrió que aquellos que llevaron esta lente tuvieron un crecimiento de la longitud axial 39% menor frente a los niños que usaron lentes monofocales tradicionales. Es decir, que la lente MioChild consigue reducir la progresión de la miopía.
❱ Si tu hijo tiene 6 años o más, y un error refractivo de entre -0.5D y -1.0D, es
el momento ideal para iniciar este tratamiento. Pueden continuarlo hasta los 18 años y seguir con él en la edad adulta.
❱ Los niños que comiencen el tratamiento de MioChilds deben usar estas gafas a diario. Solamente deben quitárselas al irse a dormir o al practicar ciertos tipos
❱ Se recomienda que los niños eviten practicar deportes que requieran de mucho movimiento mientras lleven estas lentes, especialmente durante el periodo de adaptación.
❱ Debes verificar periódicamente la posición de la montura en tus hijos para que no se deslice hacia abajo. Además, es importante que compruebes de vez en cuanto el estado de la montura para evitar posibles deformaciones.
❱ Los niños que empiecen a utilizar MioChild deben acudir a revisiones con su médico oculista tras el primer mes de tratamiento, posteriormente a los seis meses, y luego anualmente.
❱ Lleva un estilo de vida saludable: tus hijos
deben pasar al menos 2 horas cada día en el exterior, y hacer descansos regulares cuando usen mucho la visión de cerca.